Costes, falta de financiación, escasez de talento y resistencia al cambio: estos son los principales frenos que siguen lastrando la digitalización del sector industrial español, según el Barómetro de la Digitalización Industrial en España presentado en el marco de Advanced Factories 2025 en Barcelona.
El estudio, basado en encuestas a más de 700 directivos y profesionales de industrias como la automoción, farmacéutica, energética o alimentaria, dibuja una radiografía clara: uno de cada tres actores industriales aún no se beneficia plenamente de la automatización.
Aunque el 87% de las empresas asegura haber iniciado procesos de automatización, todavía un 13% no ha incorporado ninguna tecnología y un 22,5% está solo en fase piloto. La automatización no es solo una moda: es una palanca clave para la productividad, la eficiencia y la rentabilidad.
Más del 70% del sector reconoce mejoras claras gracias a la tecnología, como el aumento de la productividad, la reducción de costes (47,6%) y la disminución de errores (39,5%).
La Inteligencia Artificial lidera el camino: el 57,9% de las empresas ya la ha implementado o planea hacerlo en breve. Le siguen la robotización (45%) y la ciberseguridad (30%). También asoman tecnologías como IoT industrial, integración IT-OT, gemelo digital y fabricación aditiva, aunque con menores niveles de implantación.
El barómetro señala cuatro grandes barreras:
Altos costes de implantación (50%)
Falta de financiación (20%)
Escasez de talento especializado (60%)
Reticencia al cambio organizativo (40%)
El informe también apunta retos de fondo que condicionan la competitividad industrial:
Diferencia entre productividad baja y competitividad alta (gracias al impulso exportador).
Nuevas tensiones geopolíticas y comerciales.
Dificultades de las pymes para escalar o internacionalizarse.
Burocracia excesiva que resta agilidad y confianza.
Impacto de los costes energéticos y la sostenibilidad en la cuenta de resultados.